Jordi Sierra i Fabra una vez dijo: “Los poetas levantan castillos en el aire, los locos los habitan y, alguien en la vida real, cobra el alquiler”. El mundo de los alquileres lo es también de derechos y responsabilidades.
El Propietario: Un Guardián de Sus Derechos
Cada propietario aspira a dos cosas simples: recibir el alquiler a tiempo y encontrar su propiedad en buenas condiciones al final del contrato. Aquí es donde el Seguro de Impago de Alquiler entra como un caballero protector:
- Te ayuda a elegir el inquilino: Estudia la solvencia de los candidatos.
- Seguridad Financiera: Asegura que el propietario reciba los alquileres o suministros impagados.
- Protección del Patrimonio: Se ocupa de reclamar daños y reparar actos vandálicos.
- Tranquilidad: Todos los gastos legales incluidos hasta el desahucio si fuese necesario.
El Inquilino: Amparado por la Justicia
Por otro lado, el inquilino no es simplemente un habitante pasajero. Está protegido por leyes que le brindan seguridad y claridad:
Flexibilidad: Si el contrato es menor a un año, el inquilino decide si desea prorrogarlo anualmente, hasta un máximo de 5 años.
Libertad: Tras seis meses, puede cancelar el contrato avisando con un mes de antelación.
Calidad de Vida: Es responsabilidad del propietario garantizar que la vivienda sea habitable y esté en buenas condiciones.
En el juego del alquiler, tanto propietarios como inquilinos tienen sus cartas en la mesa. Si te encuentras en medio de esta partida y tienes dudas, estamos aquí para ayudarte. Consúltanos sin compromiso.